La mejor nadadora emeritense de la historia se planteó la semana pasada desvincularse de Extremadura tras no ser nominada en los premios anuales de la Federación.
Paloma Marrero (Mérida, 1996), la mejor nadadora emeritense de la historia, ha estado a un escaso milímetro de no volver a competir ni por Mérida ni por Extremadura. Ha estado, ya en pasado, porque la mediación del alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, ha aplacado la fuga y ha amortiguado la rabia. De hecho, mañana jueves ha organizado una recepción (13.00 horas) en el Ayuntamiento para reconocer la trayectoria de Paloma, actualmente en la Universidad de Akron en Estados Unidos.
El desencanto y el rebote de la nadadora emeritense afloraron cuando la Federación Extremeña de Natación publicó la semana pasada los nominados a mejores nadadores del año y Paloma no aparecía por ningún lado en su modalidad, después de conseguir en 2015 tres subcampeonatos de España en 50, 100 y 200 metros brazas (tan solo por detrás de Jessica Valls, la tercera del mundo) y diez récords de Extremadura. Junto a la pacense Fátima Gallardo, la gran favorita para recoger el galardón, están nominadas Nerea Cáceres (CN Badajoz) y Sara Lozano (CN Cáceres).
«Creo que no me han tenido en cuenta. Ha sido una gran falta de respeto y de clase. Estoy muy decepcionada, porque encima ésta ha sido la mejor temporada de toda mi vida. Muy triste todo. No creo que vuelva a competir más ni por Mérida ni por Extremadura», decidió al instante Paloma Marrero desde la distancia. Su entorno está convencido de que la menospreciaron a propósito.
«Solicitamos a los clubes que nos enumeren a los nadadores que ellos creen que tienen que estar nominados», aclara Miguel Ángel González, el director técnico de la Federación Extremeña. «Pero por parte de las Escuelas Deportivas de Mérida no hemos recibido ninguna. Y nosotros lo que hacemos es decidir en base a los nominados que tenemos. Yo encuentro totalmente lógico y justificado el enfado de Paloma, pero no tengo ninguna nominación del máximo responsable de su club». Al entorno de Paloma Marrero le suena a excusa: «En la gala se premian los méritos del año, da igual los nadadores que sugieran los clubes. ¿O sea que se proponen nombres en la votación y nadie se acuerda de ella?», reflexionan. Sus entrenadores en el Centro de Tecnificación de Cáceres, Serafín Calvo y Rafa Castellanos, se marcharon de la votación antes del mediodía para continuar con los entrenamientos.
«Esto no quiere decir que los propuestos por los clubes sean lo únicos nominados», explican desde la Federación Extremeña. De ahí que vayan a abordar el tema en su reunión de Junta Directiva de hoy y propongan una mención a Paloma Marrero para que su nombre aparezca en la gala anual que se celebrará el próximo sábado 24 en Navalmoral de la Mata. No obstante, el que atajó el enojo de la nadadora emeritense este último fin de semana fue el alcalde Osuna. «Gracias por su apoyo y defensa en todo lo ocurrido. Me siento mucho más motivada que nunca para seguir trabajando y lograr mis éxitos para la ciudad», escribió ayer Paloma en las redes sociales.
La polémica la ha vivido a casi 6.000 kilómetros de distancia, donde reside, estudia y nada desde hace dos meses. No tiene previsto volver hasta el 17 de mayo del próximo año. En Navidad le toca concentración en Florida con el equipo de la Universidad, con el que compite en Primera División. «Creo que he progresado mucho desde que estoy aquí. A nivel deportivo estoy muchísimo más motivada que los primeros meses. Creo que todo irá sobre ruedas. Además, en el equipo tenemos gran potencial y, por tanto, grandes expectativas para esta temporada», escribe por whatsapp Paloma Marrero desde la casa que comparte con tres compañeras de equipo en Akron, en el condado de Summit, Ohio.
Lunes, miércoles y viernes entrena de 5.30 a 7.30 horas. Un cuarto de hora después empieza las clases, hasta las 13.00 horas. Come y vuelve a tirarse a la piscina para ejercitarse de 14.00 a 16.00 horas. La tarde es para estudiar. Los martes y jueves, en cambio, toca gimnasio de 7.30 a 8.30 horas y clases de 8.50 a 11.00 horas. Y luego dos horas de piscina a las 14.00 horas. Las mañanas de los sábados se las dedica también al entrenamiento y solo descansa los domingos. Todo esto le ha valido, hasta el momento, para ser campeona en 200 brazas de la conferencia MAC y conseguir un doble récord de la Universidad de Akron. Porque en eso de los récords no cambia, ni con un océano de por medio
fuente: www.hoy.es
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