100 estilos, prueba que irrumpió en el campeonato de 1999, cuya historia se entiende como una sucesión de etapas dominadas por grandes protagonistas. A finales de los 90, el relato comienza con Guillermo Domínguez Alonso (CN Plasencia), primer gran referente masculino, mientras que en chicas destaca Mirian Miranda Guerrero (CN Badajoz).
En los primeros años 2000 toma el relevo Luis Rosado Benito (CN Cáceres), inaugurando un periodo de dominio que coincide con la consolidación del club. En categoría femenina, esos años quedan marcados por Patricia Pascual Moreno, figura clave del CN Cáceres.
La segunda mitad de la década trae alternancia: en hombres aparecen nuevos ganadores como Alejandro López, y en mujeres emerge Gloria Martínez Pérez (CN Almendralejo) como referencia del momento.
Ya en la década de 2010, el 100 estilos masculino vuelve a tener un dueño claro con Sergio Mogena Estévez (CN Cáceres), antes de dar paso al dominio reciente de Daniel Vera Camacho (CN Badajoz). La última temporada señala un cambio generacional con Alejandro García Rodríguez (CN Mérida).
La historia del 200 estilos también se construye por etapas definidas y nombres que marcan época.
A comienzos de los años 90 con Rafael Albertos (CN Los Patos) como primer vencedor conocido, en una etapa todavía muy abierta. Poco después aparece Guillermo Domínguez Alonso (CN Plasencia), que se convierte en el gran protagonista masculino de finales de los 90 y primeros 2000, encadenando varias victorias consecutivas. En esos mismos años, en la categoría femenina, se alternan Aroa Hornero y, sobre todo, María Piedad Martín Pérez, que acaba siendo la referencia femenina de la etapa inicial, con un dominio prolongado desde el CN Almendralejo.
A mediados de la década de los 2000, el testigo masculino pasa a Luis Rosado Benito (CN Cáceres), que firma varios triunfos y consolida un nuevo ciclo ganador. En paralelo, la prueba femenina sigue muy ligada a María Piedad Martín, hasta que empiezan a aparecer nuevos nombres como Estefanía Romero Cantero y, poco después, Paloma Marrero Muñoz, que protagoniza una etapa muy reconocible desde ED Mérida.
La década de 2010 trae mayor alternancia en chicos, con victorias repartidas entre Sergio Mogena, Miguel Durán, Jesús Amaya o César Castro, reflejando una etapa de transición. En mujeres, sin embargo, el protagonismo vuelve a concentrarse, primero con Paloma Marrero y después con Estela González Olivares, que enlaza varias temporadas como ganadora desde distintos clubes.
En los últimos años, el 200 estilos masculino entra en una nueva era claramente marcada por Daniel Vera Camacho (CN Badajoz), dominador del periodo reciente y principal referente moderno de la prueba. En la temporada más actual aparece Alejandro García Rodríguez (CN Mérida), señal de relevo generacional. En la categoría femenina, el dominio se reparte entre Amalia Sánchez-Miranda, Laura Caldera Rossell y, más recientemente, Verónica Amarilla, mostrando una etapa más abierta y plural.
La historia del 400 estilos es, quizá, la más épica de las pruebas combinadas, marcada por grandes dominadores y largos reinados.
El relato comienza a principios de los años 90 bajo el claro protagonismo del CN Plasencia. En categoría masculina, nombres como Rubén García Hermoso y Jesús Pérez Salvador abren el camino, mientras que en femenina destaca desde el inicio María José García Hermoso, inaugurando un periodo muy ligado al club placentino. Poco después aparece Fco. J. Barrena Santana (CN Maimona), primer gran dominador masculino, que deja huella en varias temporadas.
A finales de los 90 y comienzos de los 2000, el 400 estilos entra en una etapa de consolidación. En hombres, Guillermo Domínguez Alonso (CN Plasencia) toma el relevo y se mantiene en lo más alto durante varias campañas, antes de ceder el protagonismo a Enrique Floriano Millán (CN Badajoz), quien protagoniza uno de los ciclos más largos y reconocibles de la historia de la prueba. En paralelo, la categoría femenina vive un dominio casi absoluto de María Piedad Martín Pérez (CN Almendralejo), cuyo nombre se repite temporada tras temporada y define toda una era.
Con la llegada de la década de 2010, la historia se abre a nuevos protagonistas. En chicos, el testigo pasa por nadadores como Miguel Durán Navia, José Manuel Navia Izquierdo o César Castro Valle, reflejo de una etapa de transición y renovación. En chicas, emerge con fuerza Paloma Marrero Muñoz (ED Mérida), que se convierte en la gran referencia femenina del periodo, acompañada puntualmente por nombres como Fátima Gallardo.
En los últimos años, el 400 estilos vuelve a mostrar ciclos claros. En categoría masculina, Daniel Vera Camacho (CN Badajoz) y posteriormente Hugo Marcelo Merchán (CN Cáceres) encarnan el relevo generacional y el dominio reciente. En femenina, el protagonismo se reparte entre Estela González Olivares, Laura Caldera Rossell, Aitana Domínguez Hernández y, más recientemente, Verónica Amarilla Abaga, dibujando una etapa más abierta y diversa.
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