Buscar este blog

viernes, 19 de diciembre de 2025

CAMPONATO DE EXTREMADURA DE INVIERNO: BRAZA

 A lo largo de más de treinta años, las tres distancias —50, 100 y 200 metros— han mostrado caminos diferentes, pero con un denominador común: una mejora progresiva de los tiempos impulsada por generaciones de nadadores y nadadoras que han ido elevando el nivel competitivo.

200 braza: la prueba
de la constancia

El 200 braza comienza en los años 90 con registros todavía alejados de los estándares actuales. Rafael Sevilla Cano establece las primeras referencias con tiempos en torno a 2:34, marcando una etapa inicial de estabilidad. A mediados de la década aparecen nombres como Guillermo Domínguez Alonso y Antonio Barrena Santana, que rebajan los cronos hasta la franja del 2:33, señal de una mejora clara en resistencia y control del ritmo.

El gran salto llega en los años 2000 con Luis Rosado Benito, protagonista absoluto de la prueba durante casi una década. Sus registros bajan progresivamente hasta el 2:19, un tiempo que marca un punto de inflexión y sitúa el 200 braza en un nivel mucho más exigente. Tras él, Sergio Mogena Estévez toma el relevo y se convierte en sinónimo de regularidad, manteniendo durante años tiempos por debajo de 2:20 y demostrando que el alto rendimiento ya no es puntual, sino sostenido.

En la etapa más reciente, nadadores como Daniel Vera Camacho continúan esa línea, confirmando que el 200 braza ha pasado de ser una prueba de resistencia pura a una disciplina donde la eficiencia técnica marca la diferencia.

En categoría femenina, la evolución es más gradual. Desde los primeros registros de Mari Paz Grillo García y el dominio de Esther Ceballos Reyes, se pasa a una mejora constante con Alana Rinco Núñez, Paloma Marrero Muñoz y, más recientemente, Estela González Olivares, que aportan estabilidad y continuidad a lo largo de varias temporadas.

100 braza: el equilibrio perfecto

El 100 braza es la distancia donde mejor se aprecia el avance técnico. En los primeros años, los mejores tiempos masculinos se mueven alrededor del 1:11–1:10, con protagonistas como Rafael Albertos y Rafael Sevilla Cano. A finales de los 90, Gregorio Adame Nisa rompe esa barrera y sitúa la prueba por debajo del 1:09, abriendo una nueva etapa.

Ese camino lo consolida Luis Rosado Benito, que lleva el 100 braza hasta el entorno del 1:02, un salto enorme en apenas una década. Posteriormente, Sergio Mogena Estévez representa la regularidad absoluta, encadenando temporadas con tiempos estables en torno al 1:04, símbolo de madurez competitiva.

En chicas, la progresión también es clara. De los 1:17 iniciales de Mari Paz Grillo García se pasa a los 1:10 de Paloma Marrero Muñoz, hasta llegar al sub-1:10 logrado por Estela González Olivares, uno de los registros más significativos de toda la serie histórica.


50 braza: la explosión del sprint

El 50 braza es la prueba que mejor refleja la especialización moderna. En los años 90, los tiempos masculinos superan los 32 segundos, con Rafael Sevilla Cano y Carlos Sánchez García como primeras referencias. A finales de la década, Gregorio Adame Nisa impulsa una mejora clara, bajando progresivamente hasta el entorno de los 31 y 30 segundos.

En los años 2000, la explosividad se impone. Luis Rosado Benito rebaja los cronos por debajo de los 30 segundos y, poco después, Sergio Mogena Estévez domina la prueba durante varias temporadas, estabilizando los tiempos en torno a 29 segundos, una barrera impensable años atrás. Más recientemente, nadadores como Adrián Hernández Molano y Daniel Vera Camacho continúan empujando la prueba hacia registros cada vez más exigentes.

En categoría femenina, la evolución es igualmente significativa. De los más de 36 segundos iniciales se pasa a la franja de los 33 y 32 segundos, con protagonistas como Sandra Escudero Mancha, Sara Lozano Becerro, Paloma Marrero Muñoz y, nuevamente, Estela González Olivares, figura clave en la etapa moderna del sprint en braza.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

CAMPONATO DE EXTREMADURA DE INVIERNO: BRAZA

  A lo largo de más de treinta años, las tres distancias —50, 100 y 200 metros— han mostrado caminos diferentes, pero con un denominador com...